Correo
Cortes de agua
A veces el agua llega al río y a veces salta a chorros, pero no por donde debe. Frecuentemente en lo que antes se denominaba Población Anfión Muñoz (entre lo que antes era Avenida Petorca, hoy Salvador Allende, y Aníbal Pinto) tenemos cortes de agua. Frecuentemente. Las instalaciones son viejas, muy viejas y las reparaciones que se han hecho son malas.
Yo una vez vi un trabajo que estaban haciendo en Urmeneta con Aníbal Pinto, en que habían empleado manguera de jardín. Hace varias semanas no nos han fallado los cortes. En el sector hay restaurantes, hoteles y comercio en general.
Para los hoteles (nosotros tenemos uno) es dramático, sobre todo ahora que los argentinos vienen los fines de semana y tienen la mala costumbre, igual que los chilenos, de bañarse.
El domingo no fue la excepción: sin agua desde las 06:00 horas porque se reventó una cañería en Freire frente a nuestro hotel y el chorro era potente. Llamamos a Suralis, que no se habían percatado del suceso (la cañería simplemente se reventó, el accidente ocurrió en la vereda, ningún fenómeno externo lo causó).
A las 7 ya había gente trabajando y a las 09:45 se había repuesto el suministro. Lo malo es que duró media hora y en este momento (12:00 horas) no hay agua. Reclamos de los pasajeros. Justificado. Aviso en la web de Suralis diciendo que el suministro se repone a las 16:55 horas. Nadie trabajando.
Suralis ahora (y Essal antes) nunca ha dado explicaciones, nunca han dicho que van a dar un buen servicio, nunca han compensado las pérdidas nuestras y siempre han cobrado lo que se les permite cobrar (que es bastante). Los negocios están malos, eso lo sabemos todos.
El agua y la electricidad son servicios esenciales para tener un poco de turismo y dar un buen servicio. Las explicaciones sirven por un rato, pero llevamos años. Creo que llegó el momento de cortarle el agua a Suralis.
Jorge Tramón
Inseguridad en Puerto Montt
Prostitución en cierta forma no es delito, porque cada persona es dueña de hacer con su cuerpo lo que se le plazca. Microtráfico en pequeñas cantidades no tiene fuertes penas. Lo que habría que hacer sería rondas constantes y efectivas no sólo por 3 días o 1 semana sino de manera permanente, policías encubiertos sobre todo en horas de la noche en Avenida Salvador Allende, calle Varas, sector Terminal de Buses. Los integrantes del mundo del hampa conocen las leyes.
Muchos dicen que se debe terminar con la techumbre del supermercado Santa Isabel (calle Diego Portales), que forma dos túneles a la salida del lugar comercial. ¿Cómo vamos con eso? Bien gracias. Autoridades, veo poco interés en mitigar y disminuir la inseguridad del sector y dar otra cara a Puerto Montt.
La temporada estival se acerca, pero como todos sabemos para los turistas la capital regional, que una vez dijeron que era la puerta de entrada al turismo, con suerte es una ciudad de paso y poco amigable, insalubre, calles a medio terminar, dejando mucho que desear para la visita de comensales que desean visitar la comuna.
Alberto Gallegos
El morro de chaicas
Hace más de 30.000 años, el territorio que conforma el Seno del del Reloncaví estuvo cubierto por los hielos de la glaciación Llanquihue. Época carente de vida humana, vegetal y animal. De permanente silencios cobijados en los grandes cañones, morros y profundas cavidades.
Al deshielo, en las amplias llanuras, valles y cerros fue conformándose la amplia sabana marina sus afluentes, ríos y cascadas. Se iba modelando el gran escenario del seno del Reloncaví, va enraizándose la vida vegetal y sinfonías de cantos de aves se acercaban a convivir con el naciente bosque. La vida animal, algunos de gran tamaño, también acuden a la fronda del nuevo escenario.
Así, en tal naciente constelación y rudo escenario se instalaba el Morro de Chaicas. Cañón montañoso presidiendo las cabeceras cordilleranas de los territorios comprendidos entre Lenca, Chaica y C. Gutiérrez.
El Morro de Chaica se erige como valiente vigía desde inmemoriales tiempos. Sus árboles y arbustos en sus altas copas y fuertes extremidades han cobijado por siempre el rugir de fuertes vientos y temporales en crudos inviernos; también las cálidas brisas que en primavera y verano arrullan el follaje floreal que recibe a peregrinas bandadas de aves, insectos y vistosas mariposas, haciéndolo sitio de recalada y abrigo.
El Morro de Chaica ha sido silente testigo de los poblamientos de primitivos migrantes, pescadores, cazadores, recolectores que tempranamente, 6.000 años a.C., en sitios que hoy día se conocen como los conchales milenarios.
Más tarde, otros pueblos hacen vida en el territorio dejando prácticas como la artesanía en lana, en maderas y en junquillos, mimbre y corrales de pesca.
En el siglo XVIII y XIX la llegada de familias que concurrieron a habitar parte del territorio, trayendo consigo saberes de origen campesino, oficios, costumbres y tradiciones que aún hoy día se conservan en menor escala. También períodos donde el hombre armados de hachas y motosierras volteó gran parte de la riqueza forestal existente en amplios sectores de bosques de nativos con afán netamente comercial. Morro de Chaica, ícono del Patrimonio Natural siempre vigente en el primer tramo de la Ruta 7.
Raúl Fernández Vásquez
Palos y termitas
¿Cuántos palos se gana una termita?
Se preguntaba Sebastián Jiménez (el animalista, Lindorfo de la TV) y se contestaba así mismo: entre palo y medio y dos palos.
Alfonso Muena