Cambio de rumbo para Puerto Montt
El alcalde y los concejales que fueron electos ayer tienen una tarea enorme por delante: conciliar lo urgente con lo importante.
Monumental tarea cargan ahora sobre sus hombros el alcalde y los concejales de la comuna de Puerto Montt que resultaron electos en la jornada de ayer. En un caso con muy pocos antecedentes similares a lo largo del país, les tocará, a contar del 6 de diciembre, comenzar a administrar un municipio que lleva al menos tres años de tumbo en tumbo por culpa de una gestión polémica y llena de irregularidades, y por la cual su ex alcalde Gervoy Paredes se encuentra desde la semana pasada en prisión preventiva en la cárcel de Alto Bonito, en una causa por corrupción que está lejos de terminar.
Será urgente que desde esta misma semana, el alcalde electo, Rodrigo Wainraihgt, y los concejales que lo acompañarán comiencen a dar luces acerca de cómo solucionarán los aspectos más acuciantes para la gestión de la municipalidad, afectada por complejidades financieras y de reputación corporativa que les demandarán un enorme esfuerzo, ingenio y colaboración. Lo que deben tener claro es que el estilo de mandato que tuvo la comuna por 12 años, marcado por el personalismo y la intolerancia a las críticas, está terminando de la peor forma y que aunque sus defensores pueden alegar resultados positivos, estos son más bien acotados y están lejos de eclipsar la estela de putrefacción que está dejando una indagatoria de la Fiscalía por fraude al fisco, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
¿A qué señales la opinión pública tendrá que estar atenta para vislumbrar el rumbo de lo que viene? En una primera mirada, es imperioso determinar el desastre financiero del Daem y limpiar lo que corresponda, clarificar el estado del proyecto de remodelación de la calle Antonio Varas, tomar medidas respecto del comercio ambulante y acometer con premura una campaña colaborativa que apunte a recuperar el centro de Puerto Montt, otrora muy activo y que hoy transita entre la mediocridad y la inseguridad por el prolongado abandono que ha sufrido.
Lo urgente tendrá que ser acompañado de lo importante, expresado en aquellos sueños de mediano y largo plazo que necesita la comunidad para compartir un relato dignificador. Aquí hay algo más de margen de maniobra, pero sin duda que la vocación marítima de la ciudad y su condición geográfica pueden orientar la tarea.