Erwin Schnaidt

El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Los Lagos, ordenó realizar un proceso de consulta indígena vinculado al proyecto "Parque Eólico Cuatro Vientos", para el que la empresa titular Colbún ingresó a esa entidad el respectivo Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Como publicó el SEA, en esta etapa participarán las comunidades indígenas Carrillanca, Lefnahuel, Kupal Mapu, Caimapu, Nancuante Puel Mapu, Newen Pal, Rinconada San Juan y Antumapu, así como las asociaciones indígenas Loncotoro y Antupillán Colegual, además del Comité de Desarrollo El Quelín.

Especifica en su resolución del pasado 22 de octubre, que en el área donde se instalará el proyecto existen fundos o parcelas dedicadas principalmente a actividades agrícolas y ganaderas y que "no vive población protegida por leyes especiales". Aún así, en localidades del área de influencia del proyecto, habitan esos grupos indígenas pertenecientes al pueblo mapuche huilliche.

La iniciativa de Colbún, que representa una inversión estimada en 540 millones de dólares, tiene como objeto generar energía eólica, se ubicará en la comuna de Llanquihue, con una vida útil estimada en 50 años. Para ello, instalarán 48 aerogeneradores de 7,5 MW de potencia nominal cada uno, para obtener una potencia instalada de 360 MW, con una generación de energía anual aproximada de 800 GWh/año, que aportará al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Para ello, plantea construir la Subestación Elevadora Cuatro Vientos y una línea de transmisión eléctrica de doble circuito de 15 kilómetros, para unirse a la Subestación Tineo, emplazada en la misma comuna.

En el EIA se reconoce un "impacto significativo" tanto en la etapa de construcción, como de operación, por lo que anticipan una "alteración a los sistemas de vida y costumbres de los grupos humanos indígenas" por la intrusión de elementos externos en su entorno.

En su resolución, el SEA Los Lagos argumenta que se dan "las condiciones establecidas en el artículo 6 N°1 letra a) del Convenio 169 de la OIT y que, por lo mismo, resulta procedente que se lleve a efecto un proceso de consulta a pueblos indígenas".

Además, instruye acordar con esas instituciones los plazos, mecanismos y alcances de la consulta.

Relación temprana

El gerente de Proyectos de Colbún, Leonardo Díaz, expuso que se trata de un proceso que contempla la institucionalidad ambiental, ante lo que esperaban que comenzara "de acuerdo con lo informado a la autoridad en el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto".

Destacó que hace dos años que la empresa se viene relacionando con comunidades indígenas y no indígenas del área de influencia del proyecto, a fin de informar sobre la iniciativa "y conocer su visión, inquietudes y dudas respecto de este proyecto. Además de presentar los impactos y medidas de manera temprana". Afirmó que esta consulta se realiza en forma paralela a la tramitación ambiental, "con plazos regulados y estipulados por ley".

El ejecutivo aseguró que el EIA contempla compromisos voluntarios, como la contratación de mano obra y de servicios locales, un plan de gestión vial y un programa de fortalecimiento a apicultores, entre otras medidas de mitigación.

La mano de obra durante la fase de construcción (de 24 meses) será de 351 personas en promedio y 739 como máximo. En la fase de operación, se estima la ocupación de diez personas en promedio y un máximo de 30.

Logra un acuerdo

Consultado el alcalde de Llanquihue, Víctor Angulo, expuso que este proceso iniciado por el SEA en octubre pasado "es un mecanismo de participación fundamental de nuestra legislación, que busca el dialogo entre el Estado y nuestros pueblos originarios, por lo que su implementación es un derecho que poseen las comunidades y asociaciones que habitan el sector donde se proyecta levantar este parque eólico".

Consultado si considera que las observaciones que surjan de esta consulta, pueden derivar en modificaciones del proyecto, Angulo enfatizó que "el objetivo de este procedimiento -según el Convenio 169 de la OIT- es alcanzar un acuerdo. Para ello, es importante que, durante la etapa de entrega de información de la Consulta, se difunda el proceso y se coloque a disposición de los vecinos y vecinas del sector todos los antecedentes de la forma mas adecuada y efectiva".

18 kilómetros al poniente de la ciudad de Llanquihue se ubicará el proyecto, que debería comenzar a ejecutarse en mayo de 2026.

Cuando el reo Kevin Silva Huenumán (31 años) iba a ser trasladado al Tribunal Oral en lo Penal de Osorno para la lectura de su sentencia por dos delitos de robo, protagonizó una fuga desde la cárcel de calle Amthauer hacia el Cementerio Católico de la ciudad.

En la huida estuvo acompañado por Yerko Solís Filla (27 años), con 37 delitos en su prontuario policial, como robos, hurtos, maltrato a Carabineros, tráfico de drogas y porte de armas blancas.

La fuga ocurrió a la hora del almuerzo, al hacer el cambio de turno de los funcionarios en la torre 1 del centro carcelario.

En ese momento, Silva y Solís se escabulleron y saltaron por el techo de los talleres, para descender por una pared hacia el cementerio.

Gendarmería activó sus protocolos y coordinó con las fuerzas policiales la búsqueda de los implicados. Solís no logró escapar del camposanto y fue detenido.

En tanto, Silva corrió entre las sepulturas hacia calle Zenteno. Testigos informaron que abordó un colectivo.

A las 13.10 horas, se informó a Carabineros que el reo tomó un segundo colectivo rumbo a Rahue Alto, sin que hasta el cierre de esta edición se lograra su recaptura.

Por medidas de seguridad, Solís fue trasladado ayer en la tarde a la cárcel Alto Bonito de Puerto Montt, donde continuará cumpliendo sus respectivas sentencias .