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en Australia a la "Asparagopsis" como un inhibidor eficaz del metano. Sin embargo, Muñoz enfatizó que "actualmente hay evidencia de que incluir pequeñas cantidades del alga en la dieta de vacas reduce el metano, pero no existen estudios publicados que respalden su uso en condiciones de pastoreo".
El equipo del INIA Remehue busca proporcionar evidencia sobre la efectividad del alga cuando se suministra a las vacas dos veces al día. Una vez recopilados los datos, el desafío será consolidar este conocimiento y desarrollar estrategias aplicables para los agricultores en sus sistemas productivos. "Desde la observación inicial hasta la implementación de una estrategia antimetanogénica hay un largo camino por recorrer. Este proceso está comenzando con las algas que traemos desde Hawai, cultivadas específicamente para este propósito", precisó Muñoz. Aunque en Chile existe esta alga de forma silvestre, su concentración de bromoformo es variable y puede contener metales pesados, lo que hace preferible el uso de las algas cultivadas en Hawai.
Además, estas algas cultivadas tienen un protocolo de producción y procesamiento para asegurar que contenga la concentración adecuada de la molécula en cuestión y sea inocua, es decir, que carezca de elementos contaminantes, tóxicos o dañinos.
La investigadora explicó que los ensayos se realizarán con diferentes disponibilidades de pradera, una más baja y otra más alta, lo que afectará la calidad de la alimentación. Se trabajará con cuatro grupos de doce vacas cada uno, que recibirán diversos tratamientos durante un periodo de ocho semanas en un sistema de pastoreo. "Las primeras dos semanas serán de adaptación. Vamos a ir incorporando gradualmente el alga en la dieta hasta alcanzar la concentración objetivo. Entre las semanas tres y ocho, evaluaremos diversas variables para observar los efectos de esa adición", expresó Muñoz. "Mediremos el metano, la producción y composición de leche, los niveles de consumo de pasto y concentrado, y el estado general de salud, tomando muestras de sangre. Los datos recolectados serán analizados estadísticamente para determinar las diferencias entre los tratamientos", añadió. La reducción de las emisiones de metano es crucial para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C. "El metano entérico se genera durante la fermentación de los alimentos en los rumiantes, que pueden aprovechar forrajes ricos en fibra", explicó Muñoz.
Combate al metano
El equipo del INIA Remehue también ha evaluado otras estrategias para reducir el metano, como mejorar la calidad del forraje mediante un manejo adecuado del pastoreo, aumentar el almidón en las dietas o incluir aceites en cantidades limitadas. Además, el INIA Remehue ha realizado la primera evaluación global del aditivo Bovaer en pastoreo, que ha mostrado reducciones promedio del 30% en la producción de metano con dietas mixtas. "Las estrategias que hemos investigado han logrado mitigar las emisiones de metano entérico entre un 10% y un 15%", concluyó Muñoz.
En cuanto a los desafíos de la producción de alimentos de origen animal en Chile, Muñoz enfatizó la importancia de generar conocimiento local, bajo condiciones climáticas y productivas específicas, y con estándares científicos rigurosos para asegurar que los resultados sean aplicables de manera responsable en las granjas, garantizando su efectividad en la mitigación del cambio climático y su viabilidad en los sistemas productivos. La publicación de la investigación en revistas científicas arbitrad0as es esencial para considerar la información como confiable y para realizar recomendaciones basadas en ella.
"Como consumidora de productos lácteos y cárnicos, y como investigadora, creo que los alimentos de origen animal son una fuente valiosa de nutrientes. Sin embargo, debemos ser conscientes de los impactos ambientales que generan. El desafío es satisfacer la demanda de estos alimentos minimizando su impacto ambiental, promoviendo el bienestar animal y apoyando la economía de los agricultores", concluyó.
"Los alimentos de origen animal son una fuente valiosa de nutrientes. Sin embargo, debemos ser conscientes de los impactos ambientales que generan"
Claudia Muñoz,, doctora en Ciencias Animales
14% de los Gases de Efecto Invernadero que produce Chile corresponde al metano. La mayor parte (76%) corresponde a dióxido de carbono.