100 años de la Escuela Pelluco de Puerto Montt: de la ruralidad a la urbe
La comunidad educativa de este establecimiento conmemoró un siglo de existencia. Su ex director y vecino Rolando Aravena rememora sus experiencias como docente y máxima autoridad de este colegio.
Rolando Aravena Vega, nacido en 1939 en la comuna de San Pablo, fue docente entre 1964 y 1985 y luego director, entre 1990 y 2000, de la Escuela Pelluco, establecimiento que el pasado 13 de junio conmemoró los 100 años de su fundación. Junto a su familia vive a pocos metros del establecimiento y ha participado activamente en la junta de vecinos del sector por lo que conoce muy bien su comunidad.
Como muchas familias de antaño, creció en el campo, específicamente en un latifundio de los Rehbein, de Fresia, donde su padre se desempeñó como administrador durante 20 años: "recuerdo los pisos de las casas de los inquilinos con tierra y que mi padre era muy inteligente, leía todo lo que podía y como no tenía vicios, trabajaba mucho mientras los dueños y sus hijos estaban en Puerto Varas".
Su madre los llevó a vivir a la ciudad para que pudieran continuar sus estudios y luego se internó en el Colegio Germania. Finalmente completó su Sexto Humanidades (actual 4° medio) en el Liceo de Hombres de Puerto Montt, en 1957.
Terremoto de 1960
Cuando jubiló su padre todos se vinieron a vivir a Puerto Montt. Los avatares del Terremoto de 1960 lo dejaron sin poder ejercer su vocación durante ese año hasta que consiguió trabajo en el sector rural de Puerto Varas en una escuela unidocente para 65 estudiantes.
"Tuve la suerte de hacerme amigo del dueño del fundo Fredy Klein por lo que el difícil trabajo se compensó porque fui muy bien acogido en su casa" dice Rolando.
En marzo de 1964 consiguió por fin un cupo en la escuela que sería para toda la vida. "Me vine por la costanera caminando desde la población Techo Para Todos donde vivían mis padres, llegué a las 7 de la tarde y ya estaba cerrada, pero se me había olvidado con el entusiasmo" ríe Rolando. Ese recorrido de una hora y media por una avenida estrecha de ripio donde circulaban con dificultad unos pocos autos debajo de la línea del tren y con talud de madera, lo hizo por años hasta que arrendaron una casa con su familia en un costado de la capilla de Pelluco.
"Cuando me presenté en la Escuela Pelluco, estaba como director Efraín Cáceres Cornejo… eran 150 estudiantes y 4 profesores entre los que recuerdo a Margarita Coli y la señorita Pröschle que eran del barrio", el que era un balneario para las familias con más recursos económicos de Puerto Montt desde comienzos del siglo XX, con grandes casas al lado de la playa y donde normalmente solo residían por la temporada estival.
Sin embargo, Rolando destaca que en realidad Pelluco "…para el sur de la capilla era una caleta de pescadores, había más de 10 familias algunas de las cuales siguen allí como los Raín, Ulloa y Hernández… antes se mariscaba en la playa, había mucho chorito y piures… el otro sector habitado por unas 15 familias era donde vivo (Liborio Guerrero y la actual avenida Puerto Montt".
En hogar de menores
Sobre la centenaria escuela de Pelluco, Rolando Aravena recuerda que su primera directora fue Eduviges Barría, quien comenzó con 35 niños en el hogar de menores que era una gran casa patronal que fue desarmada por 1990, algo pasó allí y se llevó a los niños a una pieza de su casa por 1928. Más adelante la escuela se trasladó a un galpón al lado de la casa de Teodoro Thiers que tenía un gran fundo, cerca de la capilla [donde se instaló la misma Universidad Austral.
El otro gran hito de los varios emplazamientos que ha tenido la escuela fue debido al Terremoto de 1960, ya que la empresa Prelaco del arquitecto Néstor Holpzafel, con recursos del Estado, construyó el inmueble definitivo y actual por 1963, gracias a la donación del terreno por doña Irma, esposa de quien fuera alcalde Sebastián Pesce Ascuitti (1968-1969). Esta etapa es muy importante para los antiguos pues la escuela "recibió a muchos más alumnos que hoy por que venían del Hogar de Menores" y, por otro lado, los pobladores de Pelluco constituyeron su primea Junta de Vecinos.
"La señora Rosa Quinán fue la primera elegida como presidenta y yo participé en la directiva" recuerda Rolando, quien con su esposa Berta Lagos Poblete (1936-2024) y sus 4 hijos, compraron un amplio terreno por 1970 al vecino Bautista Paillaleve.
Dirección
Desde 1976 hubo diversos directores "hasta 1983 en que asumí como subrogante, aunque en 1985 el alcalde del Gobierno Militar me acusó de 'revoltoso' y me trasladaron a la Escuela Piedra Azul donde estaba como director mi amigo Gaspar Rojas", recuerda. Con el retorno a la democracia "el padre Benedicto Piccardo, que presidía una comisión para elegir los directores de escuelas, dijo que debía ser el nuevo director porque no era justo lo que me había pasado", por lo que asumió hasta el año 2000 en que se jubiló.
El ex director y vecino de Pelluco, Rolando Aravena, destaca que "todo se hacía en la escuela" y que los vecinos siempre han tenido muy buena voluntad para trabajar unidos a pesar de sus escasos recursos. Pelluco se ha transformado radicalmente desde 1964 cuando él llegó, más que un balneario y caleta, hoy es un barrio más de Puerto Montt caracterizado por una excesiva construcción de torres de alto costo, comercio y pubs. Sus sueños para su querida Escuela Pelluco -que ya no es rural- es que "cuenta con una mejor infraestructura, pues los pabellones de 1964 se hicieron estrechos, la escuela como que está enclaustrada hoy, quiero que construyan mejores baños y lo otro es que los vecinos sigan siendo solidarios, como la actual presidenta de la Junta de Vecinos, Valeria Argel, una de las tantas ex alumnas o como su funcionario más antiguo que yo contraté, el asistente de educación Omar Galindo Teigue".
La directora de la Escuela Pelluco hasta la celebración del centenario fue María Elena Rivera Risco. quien se acogió a jubilación luego de lo cual asumió el joven profesor de educación física, Sergio Solís como director.