Comercio y la Navidad
Aceptando que en esta época se dispara el consumo, vale la pena recordar que el escenario económico actual es complejo.
Diciembre ha sido tradicionalmente el mejor mes para las ventas del comercio establecido en el país. Se calcula que tradicionalmente en este período el comercio chileno vende al menos 3.500 millones de dólares, y para lograr estos niveles, suele extender su jornada de atención, incluso los fines de semana.
Los comerciantes señalan que la competencia de las ventas online y la informalidad ambulante son elementos que perjudican a la actividad. También lo son las ferias ocasionales que se realizan en esta fecha. El país enfrenta una desaceleración del consumo y una disminución de la liquidez, sumada a la inflación, que ha impactado más fuerte a alimentos y repercutido en el resultado real de los supermercados. En noviembre de 2024, el IPC anotó una variación mensual de 0,2%, acumulando 4,7% en los primeros 11 meses.
Por ello, es aconsejable que las personas gasten con mesura, informarse respecto de los derechos que tienen los consumidores, siempre cotizar y comparar precios y, por supuesto, pensar en el futuro. En línea con eso, es gratificante saber que muchas personas han tomado conciencia y están poniendo en práctica el consumo responsable.
Pese a los frecuentes llamados que se realizan con el fin de que la ciudadanía sea mesurada en la celebración de la Navidad y del Año Nuevo, cada vez más ésta se transforma en un consumo casi sin contenido espiritual. No obstante, este año la contención en los gastos podría deberse a que la situación económica de los hogares obliga a controlarse.
De todas formas, considerando que luego vienen las vacaciones y los compromisos escolares de marzo, lo ideal es que los consumidores sean responsables en sus gastos navideños y que se fijen límites de gastos que no deberían superar el 30% de los ingresos. Durante la Navidad, tradicionalmente el gasto familiar se incrementa, y las expectativas en torno a la celebración pueden inducir a desembolsos desmedidos, perdiendo la percepción del riesgo del endeudamiento a largo plazo.
Es evidente que el comercio muestra una mayor actividad por estos días, estimulado por las ventas de productos y servicios relacionados con las fiestas navideña, pero si bien las familias se han visto inmersas en el ajetreo de las compras, es esperable también que sea tiempo para la solidaridad y el reencuentro.