Correo
Homicidio en escalera
El reciente homicidio ocurrido en una de las escaleras del Barrio Puerto de la ciudad, es una trágica confirmación de lo que vecinos y autoridades han denunciado por mucho tiempo: la falta de iluminación y el abandono de estos espacios los han convertido en focos de delincuencia.
El diputado Alejandro Bernales advirtió el 10 de febrero que muchas escaleras de la ciudad representan un peligro para quienes las transitan, debido a la oscuridad, la falta de mantención y la acumulación de basura. Sin embargo, pese a estas advertencias, la respuesta del municipio ha sido nula. Mientras el alcalde destina millones a festivales y actividades mediáticas, la inseguridad sigue aumentando y cobrando vidas.
Puerto Montt necesita gestión efectiva, no justificaciones. Es urgente que la municipalidad priorice la seguridad de los vecinos con mejoras en iluminación, limpieza y mantención de estos espacios, antes de que haya más víctimas. No podemos seguir normalizando el abandono y la negligencia municipal.
Pedro Martínez
Educación superior
En el contexto actual de Chile y también en nuestra Región de Los Lagos, la formación en valores humanos en la educación superior se presenta como una necesidad imperante. Incorporar principios como la solidaridad, la fraternidad, el respeto, la inclusión, el amor a la verdad (honestidad), la excelencia y el esfuerzo no sólo enriquece la formación académica, también fortalece el tejido social y promueve una convivencia más armónica.
Las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad de formar profesionales competentes y comprometidos con su entorno. La inclusión de valores humanos en el currículo de estas entidades, es fundamental para desarrollar en los estudiantes una conciencia social y ética que les permita contribuir al desarrollo sostenible y equitativo de la región.
La formación en valores como la solidaridad y la fraternidad fomentan la empatía y la colaboración, fundamentales para abordar problemáticas sociales y reducir brechas de desigualdad. El respeto y la inclusión promueven una sociedad más justa, reconociendo y valorando la diversidad cultural y social presente en la región. El amor a la verdad y la excelencia impulsan la búsqueda constante del conocimiento y la integridad en el quehacer profesional, mientras que el esfuerzo refuerza la perseverancia y la resiliencia ante los desafíos.
La educación en valores contribuye a la mejora de la convivencia y al desarrollo cívico. La formación de profesionales con una sólida base ética es fundamental para enfrentar los retos sociales y promover el bienestar de la sociedad que compartimos.
Una casa de estudios que equilibra la formación disciplinar con la formación en valores no sólo entrega al mercado laboral egresados altamente capacitados, aporta a la construcción de una sociedad más humana, solidaria y consciente de su rol en el mundo.
La integración de valores humanos en la formación de nivel superior es esencial para el desarrollo integral de los estudiantes y el progreso de la sociedad. Las instituciones de educación superior en la región deben asumir el compromiso de formar profesionales que destaquen por sus competencias técnico-profesional, así como por su calidad humana y su compromiso con la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Patricia Sánchez, directora de Formación de Identidad en Santo Tomás de Puerto Montt
Lomo de toro deforme
Desde antes de la pandemia que el lomo de toro -hecho por no sé qué "ingeniero"- en Cerro Tronador, frente a un supermercado en Valle Volcanes, ha dado muestras de su deterioro. Una gruesa capa de hormigón conforma este deforme reductor de velocidad que, aunque cumple su objetivo, pasar por sobre él representa un riesgo para los ya dañados sistemas de suspensión de los vehículos, ya que a diario hay que enfrentarse a calles en pésimo estado.
Confío que la nueva autoridad que llegó a liderar el municipio de Puerto Montt, también incluya entre sus prioridades este tipo de diseños viales que ya se convirtieron en ruinas y en un feo y grosero limitador de velocidad.
Rodrigo Santander V.
Salud en adultos mayores
Es preocupante revisar que, según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2016-2017 del Minsal, la prevalencia de pacientes desdentados parciales o totales en el grupo de personas mayores entre los 65 y los 74 años es del 17,6%; y en personas de 75 años o más esto aumenta al 41,2%, lo que se traduce en que, según la División y Control de Enfermedades, la media de conservación de piezas dentarias es de 11 y 3 dientes para ambos grupos respectivamente. Con estos datos, resulta evidente que, aun habiendo mejoras en la salud bucal en las últimas décadas, la pérdida de piezas dentales sigue siendo un problema significativo en la población mayor.
Estos datos son tan antiguos que resulta más triste aún; la última ENS aplicada cambió de nombre por el de ENS de Sexualidad y Género y fue aplicada en el período 2022-2023 por el Ministerio, enfocándose en la salud sexual, la orientación sexual, la identidad de género y las experiencias de violencia de la población adulta, no incluyendo módulos específicos sobre salud oral. Es evidente el desinterés de las autoridades sanitarias por este problema, que como se describe, afecta al grupo de mayor edad del país, en el que según nuestra distribución demográfica estimada para 2050, representará a cerca del 33% de nuestra población, según la Cepal (2019).
Peor aún, estos números ni siquiera incluyen a la población de personas mayores institucionalizadas del país, las que ni siquiera son consideradas en las ya catastróficas cifras de las listas de espera en especialidades odontológicas.
David Rodríguez, director de Odontología de la Universidad Autónoma