Son pocos los eventos, programados o imprevistos, que de alguna manera logran unir al país. Los hay de tipo político, como las elecciones; los de entretenimiento, entre los que el Festival de Viña del Mar lleva por lejos la delantera; y aquellos en que la naturaleza o errores humanos provocan enormes descalabros en este frágil país. En este último ítem están los terremotos, tsunamis, inundaciones, aluviones y megaincendios, junto con los apagones que producto de los citados desastres naturales o por otra causa todavía indeterminada (como el del martes pasado), dejan a oscuras a buena parte del territorio nacional.

Todos esos eventos conmocionan al país. Unen, preocupan y/o conmocionan, como el corte del suministro eléctrico del martes pasado. Ese día, bastó que la interrupción de la luz se extendiera más de la cuenta para que comenzara a surgir la inquietud entre la ciudadanía, agobiada durante varias horas por la escasa comunicación del Gobierno, la incertidumbre sobre las causas de la falla y, lo que todos esperaban, la incerteza sobre el horario en que se repondría un servicio tan básico como la electricidad.

Y como ocurre durante o después de cada uno de esos eventos unificadores de la nación, al poco rato comenzaron a escucharse o leerse esas frases grandilocuentes y llenas de voluntarismo que, en rigor, poco ayudan en un catástrofe de este tipo, y que demuestran más un afán amateur que una conducta profesional cuando se trata de guiar a un país en momentos de calamidad. Lo que se espera ahora es, además de averiguar las causas y determinar las responsabilidades, que haya una discusión en serio acerca del estado de la industria energética nacional, la capacidad regulatoria del Estado y la promoción de las inversiones que con urgencia se necesitan en las áreas de generación, transmisión y distribución.

Hay demasiadas señas respecto de inversiones paralizadas por culpa de la permisología y de una burocracia ambiental que no logra comprender a cabalidad cuánto pierde el país cuando se dejan pasar las oportunidades de desarrollo sustentable que, a la larga, le llevan bienestar a la población. Es lo mismo que le ha pasado a la Región de Los Lagos en materia de acuicultura u obras de infraestructura, por ejemplo, y que se ha demostrado con escándalo esta semana con el apagón en casi todo Chile.

La electricidad puede ser considerada como el pilar de la sociedad moderna, fuente de energía imprescindible, la cual ha permitido su desarrollo y que ha concadenado parte relevante de las acciones humanas. Esta dependencia se ha acrecentado durante las últimas décadas, en especial en los sectores urbanos, ya que persisten áreas rurales que no poseen un suministro constante, dependiendo de baterías y generadores.

La historia de la generación de la electricidad en Puerto Montt se inicia en 1906, cuando Agustín Cantin, junto a un directorio, crean las bases de una futura sociedad eléctrica. Luego de reunirse periódicamente y analizar los diferentes cauces de agua, escogen centrar sus operaciones en el río Maullín y de este modo, dotar de electricidad a las ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas. Esto permitió mejorar el alumbrado público, que era bastante simple, pues funcionaba con faroles y mecheros prendidos con parafina, siendo reemplazados paulatinamente por bombillas.

Seis años más tarde, el empresario Eduardo Outridge Francke creó la sociedad "Empresa Eléctrica de Luz y Fuerza", que tenía un generador que se movía por una caldera. Eso permitió alumbrar a cerca de 40 familias, número que fue aumentando con el tiempo. En 1928, Outridge transfiere su compañía a la Sociedad Austral de Electricidad S.A., empresa privada que suministró energía a las comunas de Lebu, Arauco, Carampangue y posteriormente a Puerto Montt, Osorno y Valdivia. La nueva energía transformó los hábitos, convirtiéndose en un símbolo de la modernización de la vida urbana nacional.

Crell, por su parte, es una cooperativa creada en 1948 con el propósito de dar una solución eléctrica a los agricultores de la provincia de Llanquihue, ubicándose en sectores donde las grandes empresas eléctricas no invertían debido al elevado costo de proporcionar energía, a causa de las grandes distancias que debían recorrerse para la instalación de redes y la baja densidad de clientes. Su fundación permitió a los habitantes de la zona modernizar las labores del campo y mejorar el nivel de vida en los hogares.

Estas mismas empresas, Saesa y Crell, tienen amplia presencia hasta la actualidad en la Región de Los Lagos, siendo responsables del suministro eléctrico de la mayoría de sus habitantes. Y cuando existen problemas en el abastecimiento energético, la ciudadanía se ve fuertemente afectada, lo que hace fundamental que los gobiernos locales mantengan permanentemente diferentes medidas preventivas respecto de los cuidados que deben tenerse frente a los cortes eléctricos, que en nuestra región son bastante comunes.

80 años | 27 de febrero de 1945

Jefe de Fuerzas Armadas asume el mando

Por instrucción del Ministerio del Interior, se designó como jefe de las Fuerzas Armadas de Puerto Montt al jefe militar, Víctor Casarino, para que asuma el mando de esta comuna para las elecciones de senadores y diputados que se realizarán el 4 de marzo en el territorio nacional. Por lo mismo, Casarino queda al mando del Ejército, Marina, Aviación, Carabineros e Investigaciones.

50 años | 27 de febrero de 1975

Instalan luminarias en Puerto Montt

La Municipalidad de Puerto Montt recibió una partida de cañerías para los brazos de las luminarias de gas a sodio que se instalan en la costanera, desde la cárcel de Chin Chin y hasta Diego Portales. Los trabajos, de acuerdo a lo informado, se están cumpliendo en la presente semana con la instalación de un total de 210 luminarias que abarcan ya las calles Talca, Urmeneta y Petorca.

10 años | 27 de febrero de 2015

Puerto Montt amenazado por el fuego

El fuego en Puerto Montt llegó a sólo seis metros de las viviendas ubicadas a un costado de la calle Pailahuén. Incluso, las llamas pasaron sobre las techumbres del sector residencial de Jardín Austral, producto de los incendios forestales que amenazan diversos puntos de la ciudad que estuvo, además, cubierta de humo, luego que un siniestro de espinillos se expandiera en Sargento Silva.