Correo
TEA y Hospital de Puerto Montt
A tres meses de haber dado a luz en el Hospital de Puerto Montt quisiera develar la urgencia de la atención de salud a las maternidades autistas. Soy mujer, tengo 36 años y soy autista. En noviembre parí a mi segundo hijo en el hospital y pude vivir en carne propia la falta de formación del personal en cuanto a esta neurodivergencia.
Fui acompañada por mi esposo y preparada para el proceso de preparto con audífonos de cancelación de ruido, mi squishi favorito para paliar la ansiedad y gafas oscuras por la luz artificial. Sin embargo, casi fue en vano por el dolor, los ruidos de la maquinaria, las luces frías día y noche, la nula anticipación a procedimientos y las atenciones sin explicación previa.
Si para una mujer neurotípica es difícil y complicado parir, para una mujer autista es el doble de esfuerzo, pues la esfera sensorial está sobrecargada y tenemos perfiles sensoriales diferentes a la población general. Podemos ser hípersensitivas o hiposensitivas externamente o interoceptivamente, sobre todo en la etapa prenatal, donde los cambios hormonales, corporales y la percepción del mundo fetal son como una montaña rusa.
Muchas veces la soledad, la distancia y la ansiedad nos acompañan de forma vitalicia. Las maternidades autistas necesitamos una comunicación simple y detallada, en donde se nos explique desde el detalle a la globalidad. El acceso a la salud con profesionales ginecológicos especializados en autismo es mínimo y urge que el personal que se encuentra en urgencia maternal o en la misma maternidad esté familiarizado con la condición.
Me topé con profesionales que al saber sobre mi diagnóstico me trataban como si fuese una niña, una persona con dificultades psiquiátricas importantes, incluso al llamado del timbre ante preguntas o alguna necesidad propia del postparto hacían oídos sordos. La comunicación se me hacía intermitente y más confusa que antes.
Ser madre autista es un desafío personal y comunitario, que engloba aristas que van desde el trato respetuoso y humanizante a la autovalidación. Tenemos nuestra extraordinaria forma de maternar en un mundo que busca la tipicidad industrial. Existe mucha información sobre el autismo desde las madres, pero escaso sobre las madres autistas. Invito a los profesionales de la salud de Puerto Montt a que se actualicen en cuanto a autismo, es urgente, justo y necesario.
Trabajar en atención de salud requiere de profesionales actualizados y comprometidos con la humanidad y con la realidad diversa. Al fin y al cabo, todos tenemos algún autista en nuestra familia.
Loreto León Soto
Chiloé abandonado
A un año del bicentenario de la anexión de Chiloé a la República de Chile, seguimos hablando de abandono. Y lo más increíble es que no es una exageración, sino una realidad que se palpa en cada rincón del archipiélago. Cualquiera diría que tenemos todo lo necesario, pero la verdad es otra. Aquí las carencias no son una excepción, son la norma. Como cualquier territorio de este país, tenemos problemas, pero en Chiloé se multiplican por mil.
Parece que nos ven como un lugar ajeno, como si nuestro aporte a Chile fuera insignificante, y nos condenaran al rezago. Las carreteras en estado deplorable se han convertido en rutas de la muerte, los proyectos se retrasan una y otra vez como si no importara cuándo -o si alguna vez- se concreten, y las obras inconclusas en muchas comunas son poco más que voladeros de luces. ¿Es esto lo que merecemos?
Chiloé ha dado más de lo que ha recibido. No sólo somos un bastión del turismo, sino también el cimiento de la industria salmonera, la agricultura y la ganadería. Hemos dado héroes a Chile, hombres y mujeres que han defendido el suelo de la nación. Incluso fuimos nosotros quienes aseguramos Magallanes para Chile; sin la presencia chilota, hoy ese territorio sería francés.
Y sin embargo, aquí estamos, viendo cómo nuestro bicentenario parece importar más a nosotros que a la república que ayudamos a forjar. No es chovinismo, es dignidad. Si Chile se enorgullece de tenernos, que lo demuestre.
Este bicentenario debería ser un motivo de reconocimiento, de valoración y no de desidia. Porque si algo nos ha enseñado la historia, es que Chiloé siempre responde cuando se le necesita. Pero, ¿cuándo será el turno de que respondan por Chiloé?
Héctor Contador Santana
Adiós a René Droppelmann
Ha fallecido René Droppelmann, presidente de la Corporación Egaña 60, ex cuartel de la PDI que en la dictadura fue centro de interrogación y tortura. Con su directorio y asociados llevaban por extenso tiempo gestionando, aún sin resultado concreto, para transformarlo en un centro y museo de la memoria.
En los años de dictadura fue parte del directorio de la Federación de Cooperativas Campesinas del Sur, presidida por Iván Arismendi. En esa misma época René fundaría la ONG Aurora, que facilitaba el encuentro de agrupaciones culturales, artísticas y de educación popular que carecían de espacios para desarrollar sus actividades, y de capacitación para las organizaciones de la pesca artesanal y campesinas y artesanales. Fue un importante medio de articulación para educadores populares, artesanos y emergente mundo de la poesía y escritura.
Allí funcionó también una modesta imprenta donde se creaban cartillas y material educativo que gratuitamente luego se entregaban a las organizaciones. En su presidencia de la Corporación Egaña 60, destinó y compartió espacios del recinto ex PDI para realizar actividades y encuentros con participación de medios e instituciones del quehacer cultural, artístico, audiovisual y educativo.
Raúl Fernández Vásquez
Cariola y el "contacto chino"
Lo de la diputada Karol Cariola y su "contacto chino" es escandaloso. Pago de favores, tráfico de influencias. Todo muy neoliberal para alguien que se supone desprecia aquello.
Eduardo Muñoz