Laurencia Collongues Baragnes:
140 AÑOS DE EL LLANQUIHUE. Emprendedora visionaria fue capaz de vislumbrar la importancia del cultivo de las ostras de primera calidad en la bahía de Quetalmahue, Ancud, hace más de un siglo. En 1934 recibió la condecoración Orden al Mérito de Chile.
En la historia de la Región de Los Lagos han inscrito su nombre muchas mujeres por contribuir con el desarrollo del territorio y su gente, así como también por sus obras en beneficio de los sectores más necesitados de la sociedad.
Aunque sin duda un caso destacado fue el de Laurencia Collongues Baragnes, una aristócrata francesa que llegó a la zona atraída por las oportunidades que ofrecía la colonización del sur del país, promovida por Vicente Pérez Rosales, y quien se convirtió en una pionera de la industria conservera en Calbuco.
Según detalla el libro "Puerto Montt: Gente noble y laboriosa" (2008), de Eduardo Tampe Maldonado S.J., Laurencia nació en 1870 en Toulouse, Francia. Fue hija de Aquiles Collongues y Victoria Baragnes, un matrimonio acomodado de la sociedad de Toulouse de fines del siglo XIX, que decidió educarla en Paris. Con apenas 16 años contrajo matrimonio con el conde Émile Auguste Marie de Solminihac d'Amphernet, el mayor de 12 hermanos.
Tras vivir juntos en el castillo familiar de Henán, a orillas del Aven en Finistère, durante un viaje que realizaron a París tomaron contacto con los agentes colonizadores de Chile, quienes les hablaron acerca de las maravillas del sur y de las posibilidades para hacer fortuna. Se embarcaron rumbo a nuevo mundo en 1887 y luego de cruzar el Estrecho de Magallanes, el primer puerto en el que recalaron fue Ancud, pero continuaron rumbo a Valparaíso.
Pioneros en Calbuco
Cabe mencionar que junto con los alemanes, los franceses constituyeron una de las colonias europeas importantes en Chile de fines del 1800, pues más de ocho mil galos ingresaron al territorio nacional entre 1882 y 1897, de acuerdo a cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Laurencia y De Solminihac decidieron asentar su hogar en la ensenada de Huito, en Calbuco, donde la joven pareja construyó su casa. Juntos tuvieron cinco hijos: Emilio, Juan, Luis, Lorenzo y María.
Pronto se abocaron a dar inicio a su trabajo industrial, con la creación en 1887 de la primera fábrica de conservas de pescado y mariscos de la región austral, cuya producción se comercializaba en la Agencia de Industrias Nacionales en Santiago. La Fábrica de Conservas Alimenticias "El Cometa" fue una de las que más contribuyó al desarrollo industrial del país entre los siglos XIX y XX, de acuerdo a la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).
Como muestra de que el emprendimiento y la innovación no son sólo temas que preocupen en el presente, sino también en los inicios de la colonización sureña, el matrimonio se dio cuenta de la utilidad que prestaba la materia prima que ofrecía el propio paisaje. Fue así que decidieron aprovechar la quileneja, una enredadera que crece en los fríos bosques del sur, para fabricar escobas, escobillas y escobillones que exportaban a Francia a través de la marca "Parana". Fueron adquiridos nada menos que por la Municipalidad de París para dotar a sus barrenderos de herramientas para la limpieza de las calles de la Ciudad Luz.
Pronto aprovecharon también las fuentes naturales de aguas termales y embotellaron el producto "Mijalilo" que competía en calidad con la famosa agua de Evian.
Primer cultivo de ostras
La visión empresarial de Laurencia Collongues vio en el cultivo de las ostras una oportunidad de negocio todavía más grande para abastecer a los finos mercados gastronómicos europeos.
Cabe mencionar que Chile era el único país con bancos naturales de ostras de primera calidad, similares a las que ostentaban en Ostende, al norte de Bélgica, de prestigio mundial. Por tal motivo, se auguraba que esta industria podría llegar a convertirse en una de las más importantes del país.
Hasta entonces el molusco sólo se extraía en las costas del sur. Antes que ella, el francés Eduardo Choloux mantenía un acopio o apozadero de ostras en Ancud para su explotación, pero el mayor volumen de extracción obligó al gobierno a dictar decretos para regularizar su extracción en 1869.
En 1915, la familia Solminihac solicitó una concesión de bancos de ostras en la bahía de Quetalmahue, en Ancud, y requirió los permisos para la instalación de viveros donde se abastecían de semillas y de ostras vivas para su traslado en los cercanos puntos de embarque, se detalla en el libro "Mujeres Inventoras en Chile hasta el Centenario ¿Particularidades o Emprendimiento?" (Escobar-Andrae B. 2017).
Fueron los primeros en realizar intentos de cultivo de ostras en Chile. Gracias a su creciente popularidad, esta industria creció y se desarrolló, constituyendo toda una industria pionera, casi 100 años antes del nacimiento de la industria salmonera en la región.
Resulta interesante pensar también que fue una mujer de alta sociedad quien sentó las bases para la industria conservera, que posteriormente desarrollaron hombres como Carlos Oelckers Emhardt, el italiano Francisco Schiacaluga o Jorge Ditzel Kappes, quien alcanzó notoriedad internacional al obtener la Medalla de Oro en la Exposición de Sevilla, España.
En 1900, el matrimonio de De Solminihac y Collongues sufrió un duro quiebre, cuando su marido la dejó con sus cinco hijos, para irse a vivir a Cochamó. Aún así, Laurencia no abandonó su próspero negocio, el que supo sacar adelante con ingenio y el apoyo familiar.
Sus tres hijos se hicieron cargo de la producción, comercialización y distribución a través de la empresa "Ostras Solminihac" y con la llegada de los trenes de vapor a Puerto Montt, a partir de 1913, se comenzó a transportar el producto hasta Santiago, para abastecer las mesas de los restaurantes más exigentes.
Ángel de la beneficencia
Ese mismo año, Laurencia Collongues se estableció con sus hijos en Puerto Montt, donde desarrolló también una prolífica labor de beneficencia. Fue autora de diversos folletos en materias sociales, abordando la temática de los niños desamparados y los obreros. Pensando en estos últimos, fomentó la creación de Huertos Obreros y Hogares Familiares para la niñez desvalida. De igual modo, fue la fundadora del primer Hogar del Niño, además de socia activa de instituciones de apoyo a los más desamparados.
El 21 de marzo de 1934, el Gobierno de Chile, que encabezaba el presidente Arturo Alessandri Palma, le confirió su más alta distinción, la Medalla Orden al Mérito de Chile en el Grado de Caballero, por la propaganda que realizó en Francia a favor de la expansión económica y recíproca entre ambos países.
Su fallecimiento se produjo en la ciudad de Santiago, el 10 de julio de 1946.
francesa pionera en la industria conservera y la ostricultura
10 Laurencia Collongues Baragnes murió en Santiago a la edad de 76 años, con el reconocimiento de un país y su industria.