Tommy Rey fue despedido con fiesta y su familia pide que instaurar Día de la Cumbia
LEYENDA. Centenares de personas llegaron al Teatro Caupolicán, donde bailaron y recordaron al definido como la voz de Chile. "Pertenece a la realeza de la música", aseguró Don Francisco.
Nicolás Labra G.
Todos quienes recordaron ayer en el Teatro Caupolicán en el centro de Santiago al mítico Tommy Rey concordaron en una cosa: el cantante, fallecido la noche del miércoles a los 80 años producto de un infarto, nunca creyó ser más famoso e importante de lo que realmente era. La humildad, dicen, era natural para quien ha sido calificado como el padre de la cumbia en Chile, la voz de canciones que son parte del imaginario sonoro del país como 'Daniela', 'Pipiripau', 'Se murió Tite', 'La Parabólica' y 'Un año más'; y que no se entienden sin su voz, su paso tranquilo y su impecable vestir de esmokin, porque, recordaron con cariño, ni siquiera un calcetín podía tener una pelusa flotando.
Su trascendencia hizo que el Presidente Gabriel Boric decretara ayer duelo nacional por su partida. Esa fue la impronta que siempre quiso imponer Patricio Fernando Zúñiga Jorquera, nacido en San Miguel en 1944 y quien compartió los últimos 43 años de vida con Gloria Sáez, coincidiendo con la época en que dejó la 'Sonora Palacios' y formó 'La Sonora de Tommy Rey', abriendo un nuevo espacio para masificar la cumbia.
La viuda apareció temprano en el Caupolicán para el velorio que se inició a las ocho de la mañana. "En la casa era Patricio, pero en el escenario era Tommy", dijo a Canal 13 sobre esa dualidad de los genios, que en la tarima se transforman. Pero en lo terrenal, al cantante le preocupaba fallecer primero que ella. "Él me decía siempre, 'a mí me da miedo morirme, no por morirme, sino que por dejarte sola', pero igual sabía que siempre tengo el apoyo de mis hijos".
Probablemente el éxito de Tommy no se entiende sin la entrega de Sáez, preocupada hasta al más mínimo detalle de todo. Su comida, vestuario, horas de descanso, incluso preocupada de llevarlo en auto al lugar al que necesitara ir, considerando que vivían hace años en un departamento en Reñaca, en Viña del Mar.
"Yo me dedicaba a él solamente, lo cuidaba mucho, sus remedios, sus comidas, y ya no lo voy a poder hacer más, él a todo el mundo le decía que yo lo cuidaba mucho, él mismo me decía, 'tú me cuidas demasiado'", dijo.
Una de sus nietas, Fernanda, añadió otro detalle: al abuelo le encantaba comer galletas. "Cuando tenía shows en Santiago se quedaba con nosotros, le teníamos su pieza. Le gustaban sus galletas antes de dormir, yo movía cielo, mar y tierra para tenérselas", contó a TVN.
"Era fome en verdad, en la noche le gustaba su tecito, un agua de boldo, una manzanilla, era fome", contó con ironía, pero cariño su yerno Juan Lledó a Canal 13.
"Era antisocial, no le gustaba salir a comer si no se sentía seguro", añadió su viuda a CHV, donde también contó que el día en que falleció salieron a caminar por Viña, él se sintió mal, regresaron a casa y debió afirmarse en la reja antes de perder los signos vitales. Tommy Rey había tenido un infarto y una ambulancia iba camino a buscarlo.
Otro aspecto en el que coinciden es en su gusto por la música y los boleros. "Tenía un cassette que grabó él solo con una guitarra, igual creo que le quedó la deuda pendiente de grabar un disco de boleros", dijo ella. Además, reconoció que "me cantaba mucho, 'La última estación' la grabó pensando en mí, era una cumbia romántica".
Entre los boleros y música clásica pasaba el tiempo libre, escuchando sus CD's o en YouTube y tocando la guitarra con sus nietos. Coinciden también en que para año nuevo era imposible verlo porque siempre tenía un show distinto, pero no fallaba con su presencia para Navidad, el 18 de septiembre o un cumpleaños familiar, donde ahí estaba para cantar cuatro o cinco canciones como regalo.
Multitud
Su figura levantó una generosa gratitud para ir a despedirlo. Primero su féretro se puso a la entrada del recinto, lo que hizo que en la calle se reuniera gente para poner su música, bailar formando inéditas parejas, y hasta armar un trencito improvisado. Jóvenes, mayores, la edad no valía, solo hacer un homenaje que se incrementó en la tarde. Pasadas las 17:00 el Caupolicán vio cómo empezó a llegar más gente de la imaginada, desatando un pequeño caos para ingresar, por lo que decidieron extender el horario.
Antes, a la hora de almuerzo, se le hicieron homenajes musicales. Uno de ellos fue de su hijo mayor Patricio. Si en la mañana su compañero de mil batallas, Leo Soto, daba por cerrado el ciclo vital de 'La Sonora de Tommy Rey', el hijo mayor abogó por extender la tradición. "Me gustaría que siguiera, es un legado que va a quedar, ellos lo verán, pero la idea es que esto siga, que sigan recordándolo", dijo.
En Mega, Don Francisco lo definió con una frase: "Tommy Rey pertenece a la realeza de la música". Leo Rey dijo que "La Sonora de Tommy Rey va a vivir eternamente, aquí estaré para que no se olvide su nombre".
José Alfredo Fuentes recordó que "no tenía ningún detractor, nadie nunca ha dicho que no le gusta Tommy Rey"; y la ministra de Cultura, Carolina Arredondo, dijo que "su música ha sido la banda sonora de muchas celebraciones en las casas de Chile".
EL 13 de julio
Más temprano, su viuda y su yerno Juan le daban vuelta a dos ideas. La primera, pedir que el 13 de julio, el día de su nacimiento, sea nombrado como el Día de la Cumbia. "Sería bonito recordarlo así, con su cumpleaños". El otro, es crear un museo con sus famosos trajes, galvanos, premios e instrumentos. "Quedan varios trajes, hay tantas cosas que hay que pensarlo, pero no descartamos un museo", dijo Juan Lledó.
El velorio se extendía anoche hasta las 21 horas, pero ya no en el Caupolicán, sino en la sede de la SCD en Providencia, hasta donde fue llevado el féretro, y hoy se realizará una misa en la Catedral y un homenaje en la Pérgola de las Flores, previo al funeral en el Cementerio Parque El Manantial.
"No tenía ningún detractor, nadie nunca ha dicho que no le gusta Tommy Rey".
José Alfredo Fuentes,, cantante