La eterna disputa del cambio de hora
Luis Toledo Mora, , periodista
Una interesante discusión se ha generado estos días sobre el próximo cambio de hora, previsto para el 5 de abril, cuando debería entrar en vigencia el horario de invierno y los relojes se atrasan una hora, llegando al huso horario GMT -4, como diría un profesional de la geografía, la misma hora de Paraguay, Bolivia y el Amazonas en Brasil.
Actualmente usamos el horario de verano (GMT -3), el mismo que Brasilia, lo que significa que nuestro huso horario está desplazado ligeramente hacia el oriente.
Lo cierto es que autoridades comunales y parlamentarias han colocado el tema en el debate público, mostrándose a favor de mantener el horario de verano como Aysén y Magallanes, argumentando razones de seguridad, eficiencia energética y salud mental. La iniciativa de alcalde de Puerto Montt, Rodrigo Wainraihgt, apunta entre otros motivos a que con el horario de verano se suman más horas de luz hacia la tarde, lo que permite a las personas retornar con luz natural a sus hogares tras la jornada laboral.
Esta discusión tiene una larga historia en Chile y está relacionada principalmente con su posición en referencia al meridiano de Greenwich. Tomando ese antecedente fue que el 10 de enero de 1910 nuestro país adoptó el GMT -5 como su hora oficial, esto es, dos horas menos que la actual, quedando así con el mismo huso horario que Perú.
Pero no fue el único cambio. En 1918, se pasó al GMT -4 y en 1927 se decretó la primera alternancia entre horario de invierno y verano. Otra modificación vino en 1946, con el cambio de hora entre un GMT -4 para el verano (que hoy es nuestro horario de invierno) y el GMT -5 para el invierno (actual hora de Lima).
Ahora, la discusión no apunta al meridiano en que se encaja este largo y flaco país, sino a la latitud en que se encuentra Puerto Montt (paralelo 41°), y su mayor cercanía con las regiones australes. En definitiva, nuestra discusión se basa en un problema de luz solar, escasa en los inviernos.
Después de revisar estos antecedentes vale la pena preguntarse si los residentes de la Región de Los Lagos necesitamos del cambio de hora. Con la medida se nos acortan las tardes y en invierno seguimos saliendo en penumbra de nuestras casas.
En abril del año pasado, la encuesta de Fundación Gente del Sur - USS, abordó, entre otros temas, el cambio de hora. De un total de 798 encuestados en la Región de Los Lagos, el 48,9% expresó su preferencia por mantener el horario de verano, mientras que el 25,7% optó por cambiar el horario en verano e invierno, como se hace actualmente. Por otro lado, el 25,4% manifestó su interés en mantener el horario de invierno. Esta pregunta se repite en la sexta edición de la encuesta, cuyos resultados se darán a conocer durante la primera quincena de abril.
Ahora, si es por luz estoy de acuerdo en mantener el horario de verano todo el año. Pero la medida me hace ruido al pensar en nuestra integración con el resto del país, que tendría un horario diferente, como por ejemplo, lo extraño que resultaría tomar a las 8:15 horas un bus en Osorno y bajarse en Valdivia a las 8:30.