Permisos de circulación
El pago que debe hacerse este mes para poder usar los autos en las calles, es la corona de las pesadas obligaciones financieras de marzo.
Los municipios han concentrado en estos días buena parte de su acción en atender la renovación de los permisos de circulación vehicular del año 2025. Si bien se instalan puestos en lugares de mayor afluencia de público, es probable que la mayoría de los automovilistas realicen los trámites por internet y hagan pagos en línea, lo que se ha visto acentuado en los últimos años.
Durante marzo, los automóviles particulares, motocicletas, furgones, ambulancias, carrozas fúnebres, automóviles de alquiler de lujo, de turismo o de servicios especiales, station wagons, camionetas y carros o remolques para acoplar a vehículos motorizados, deben renovar la autorización para circular. En mayo deberán hacerlo los taxis y los buses, y en septiembre los vehículos de carga, como camiones.
Para la renovación, se requiere presentar el permiso de circulación del año anterior, tener actualizado el Seguro Obligatorio contra Accidentes Personales (Soap), la revisión técnica y análisis de gases al día (o certificado de homologación si el vehículo es nuevo), y no aparecer en el registro con multas pendientes. El plazo para cumplir el trámite vence el 31 de marzo.
Marzo es, sin duda, el mes de mayores gastos para las familias, considerando la compra de uniformes y útiles escolares, el pago de matrículas, la contratación del servicio de transporte escolar, el inicio de los estudios superiores, en algunos casos, con traslado de estudiantes a otras ciudades y con el consiguiente pago de pensión o arriendo, que ponen en jaque el presupuesto del hogar. También en este mes suelen manifestarse reajustes en compromisos anuales, como los arriendos. Y en abril se agregará el pago de la primera cuota de las contribuciones de bienes raíces.
Por eso, analistas han cuestionado desde hace años que el pago de los permisos de circulación vehicular y los anexos que ello significa, tengan que realizarse en marzo, cuando las familias vienen de regreso de vacaciones y -por lo mismo- hay menos recursos para enfrentar estos compromisos. Una minoría realiza compras de útiles escolares y uniformes en vacaciones; la mayoría concentra los gastos en marzo, al regresar de vacaciones. Tal vez sea una de las explicaciones por las que buena parte de los automovilistas dejan el trámite de ese permiso para última hora.