"Chile por Chile" y la conectividad
Con los datos del aumento poblacional de Los Lagos, es perentorio planificar una mejora en la conectividad del sur austral.
Desde Santiago al sur, si se examinan los resultados de la población censada entre 2017 y 2024, con las cifras entregadas la semana pasada, se observa que Los Lagos fue la tercera región con el mayor incremento demográfico. De las 828.708 personas censadas en el instrumento anterior, se saltó a 890.284, lo que representa un aumento del 7,43%, siendo sólo superada por O'Higgins y Maule, con el 7,95 y 7,47%, respectivamente. Tomando en cuenta que estas dos regiones están en la zona central y que, por lo tanto, reditúan claramente del desarrollo que experimenta la Metropolitana, la posición alcanzada por Los Lagos refleja de forma evidente que se ha convertido en el gran polo de desarrollo de la zona sur austral y que, por lo tanto, debe empezar a prepararse desde ya para lo que será probablemente la llegada de nuevos cuadros de personas que buscarán aquí las oportunidades labores, familiares o educacionales que esperan.
En este escenario es que debería analizarse la propuesta conocida la semana pasada en el encuentro de gobernadores de Los Lagos, Aysén y Magallanes que se realizó en Chaitén, y que culminó en la firma de un documento llamado "Chile por Chile", que es básicamente un acuerdo para impulsar una mejora sustantiva de la conectividad en el sur austral, históricamente desmedrada por las difíciles condiciones geográficas y la dispersión poblacional. La propuesta hecha pública en esa ocasión consiste en la intención de un privado para construir una ruta terrestre de alto estándar desde Ralún hasta Chaitén, con una inversión de 660 millones de dólares para los 218 kilómetros, y en conectividad marítima desde Puerto Yungay (Región de Aysén) hasta Puerto Natales (Región de Magallantes).
Para ello, se requiere la "declaración de interés público" de parte del Ministerio de Obras Públicas, lo que permitiría el inicio de los estudios. Se trata de un proyecto de grandes dimensiones que, de salvar los pasos burocráticos, económicos y de gestión, incrementaría notablemente la conectividad en el sur, evitando el tránsito por Argentina y, además, consolidado la incorporación plena de territorios hasta hoy demasiado apartados.
Habrá mucho paño que cortar, por cierto, pero es una señal de hacia dónde está creciendo el país y la oportunidad de que aquello, a diferencia de tantas ocasiones anteriores, sea planificado.