Nacer en Palena ya no será un lujo, sino una realidad para las madres
SALUD. Inauguran salas de parto integral y parto inminente que evitarán el traslado forzado de mujeres para poder tener a sus hijos. Esperan incorporar atención de partos programados.
"Soy Jacqueline Beltrán y estoy embarazada de gemelos. Por considerarse mi embarazo de riesgo estoy hace 2 meses en Puerto Montt. No ha sido nada fácil, porque tengo a mis 2 niños allá (en Chaitén) y a mi marido le ha tocado estar solo con ellos. Acá en Puerto Montt estoy en una casa, pero igual hay que aportar en comida y eso significa un gasto para nosotros".
Este es uno de los relatos que, durante los últimos años, se multiplican entre las mujeres y madres que habitan en la provincia de Palena y que deben desplazarse kilómetros, ya sea hasta hospitales de Puerto Montt, Coyhaique, Chiloé o incluso Argentina, para dar a luz a sus hijos o hijas ante la complejidad de tenerlos en su propia tierra.
Para cambiar esta realidad, en la provincia más apartada de la Región de Los Lagos se puso en marcha el proyecto "Parto Integral", gracias al cual los hospitales de las comunas de Palena, Chaitén y Futaleufú contarán con equipamiento, insumos y espacios físicos para la atención gineco-obstétrica, además de un protocolo de atención y la capacitación y formación de los equipos locales.
El programa fue presentado hace algunas semanas por las ministras de Salud, Ximena Aguilera, y de la Mujer, Antonia Orellana, quienes visitaron la sala de parto integral y parto inminente del Hospital de Futaleufú, el pabellón quirúrgico y una nueva sala de atención para víctimas de violencia sexual, que permitirá dar cobertura al GES 86, que desde el año 2022 garantiza una atención integral a víctimas de violencia sexual grave y aguda.
En la oportunidad, la ministra Orellana señaló que "es fundamental reconocer lo que significa el parto para las mujeres y las dificultades que implicaba desplazarse para acceder a los servicios adecuados. Este es un llamado a entender que el acceso a estos servicios no es un lujo, sino una necesidad vital para las mujeres".
Asimismo, destacó que la reapertura de las salas de parto en la provincia de Palena es un primer paso para mejorar la experiencia de las usuarias en maternidad. "Queremos que los niños y niñas puedan nacer en su comunidad, y que las mujeres que están a punto de dar a luz, puedan hacerlo acompañadas de sus redes de apoyo y sin tener que incurrir en gastos extras", expuso.
Caen los nacimientos
En efecto, de acuerdo a las cifras que aporta el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, los nacimientos en la provincia han caído durante el último quinquenio en el territorio. En Chaitén, por ejemplo, que hasta 2019 lideraba las cifras con 41 nacimientos, redujo esta cifra a 26 el año 2024. Futaleufú pasó de 35 alumbramientos en 2019 a 23 el año recién pasado. Sólo Palena se ha mantenido relativamente estable, con 12 nacimientos en 2019 a 13 el año 2024 (llegando eso sí a un peak de 17 en 2021).
En cuanto a la tasa de natalidad, la caída más brusca la sufrió Chaitén, al pasar de 12,64 nacidos vivos por cada mil habitantes en 2019, a una tasa de 9 partos en 2023. Aun así, sigue siendo más alta que la tasa de Futaleufú (7,69) y Palena (8,22).
Daniela Hernández, mamá de la comuna de Palena, conoce bien la realidad tal como se vive en el territorio. "La planificación familiar, para una mujer patagona, significa una sobrecarga de preocupaciones extra", sostiene.
Ella misma cuenta que nació en el Hospital de Palena el año 1997, en un parto que fue complejo para su progenitora. "Mi madre no contó con anestesia, ecografía ni seguridad en el parto. En esos años todo era coraje. Coraje de las madres que sufrían un parto rural y coraje de las y los profesionales que atendían con lo poco que tenían", dice.
El año 2022 fue su turno de afrontar la experiencia de ser madre, y pese al avance de la tecnología, las dificultades se mantuvieron. "Mi primera atención, a las ocho semanas de gestación, fue triste: no había matrona que pudiera hacerme una ecografía. Todas las gestantes sabemos la importancia de monitorear a nuestros bebés desde que sabemos que están en el vientre. (…) Desde que me embaracé, supe que mi hija no nacería en el hospital de Palena. Una preocupación extra. Por derivación, me correspondía parir en el hospital de Puerto Montt. ¿Qué significaba eso? Tener que arrendar una vivienda, llegar a un lugar sin redes, viajar unas semanas antes de la fecha estimada de parto. Ir a un lugar al cual no siento ninguna cercanía. Eso, para mí era abrumador", recuerda.
"Pensaba en todas las mujeres de la provincia que no gozan de las mismas garantías, que tienen que dejar a sus otros hijos encargados para poder