Frase
"Mientras los bomberos removían escombros, visualizaron cajas metálicas con municiones de diversos calibres y cuatro armas largas"
Leonardo Muñoz, oficial de Carabineros de Maullín, por
hallazgo de arsenal en vivienda que se incendió
"Mientras los bomberos removían escombros, visualizaron cajas metálicas con municiones de diversos calibres y cuatro armas largas"
Leonardo Muñoz, oficial de Carabineros de Maullín, por
hallazgo de arsenal en vivienda que se incendió
Se han tomado severas medidas para evitar la propagación de la epidemia de fiebre aftosa en la Provincia. Se clausuró la Feria de Puerto Varas, realizando una intensa desinfección y examen de animales. Carabineros y el Veterinario Provincial visitarán fundos. Se aplicarán sanciones a propietarios que no denuncien la enfermedad. Se desinfectarán vehículos de carga.
Gran entusiasmo genera el tradicional Campeonato de Baby Fútbol de las Glorias Navales. Sigue venta de bonos ($5 mil) para las 16 fechas del torneo, en la Base Naval y la Carnicería Gallardo. Compiten 16 equipos sorteados: cuatro de las FF.AA. (Ejército, Armada, FACh, Carabineros/Investigaciones) y 12 civiles. El evento finaliza mañana domingo 27.
Lahares del Calbuco han devastado Ensenada, Lago Chapo, río Blanco y Chamiza, destruyendo casas e infraestructura. Se activó una alerta por contaminación química: insumos salmoneros, bidones y estanques dañados. Riesgo grave por seis estanques de gas perdidos en Chamiza (SEC ordena búsqueda) y ácido corrosivo hallado. Se advierte no acercarse a zonas ni aguas afectadas.
La provincia de Palena celebra por estos días un avance significativo en la atención de su salud materna. La implementación de partos programados en los hospitales de Palena, Chaitén y Futaleufú, junto con la recuperación de la atención de partos inminentes en Futaleufú, representa un logro sustancial para las mujeres de esta apartada zona de la Región de Los Lagos. Elimina traslados forzosos y la separación familiar en momentos cruciales, fortaleciendo el arraigo desde el nacimiento.
Esta inversión en equipos, infraestructura y personal médico local demuestra un compromiso con el bienestar materno-infantil. Al garantizar atención segura y de calidad en el territorio, se sientan bases para que las familias proyecten su futuro en Palena, consolidando el tejido social en una zona históricamente distante y con baja densidad poblacional.
Sin embargo, este progreso local contrasta con la preocupante demografía nacional revelada por el Censo 2024. Chile enfrenta una crisis de natalidad con envejecimiento poblacional y disminución de nacimientos, generando desafíos económicos, sociales y culturales.
En este contexto, la política pública en Palena adquiere una doble relevancia: mejora la calidad de vida local y se erige como un posible modelo para revertir la baja natalidad a nivel local. Fomentar los nacimientos en la provincia menos densamente poblada de Los Lagos requiere políticas integrales que atiendan necesidades específicas y creen condiciones favorables para la vida familiar.
Priorizar la salud materno-neonatal es clave para el repoblamiento. Brindar seguridad de servicios de salud esenciales y de calidad cerca del hogar puede influir en la decisión de formar o ampliar familias en Palena. Esta política revitaliza una provincia con potencial natural y humano, pero con desafíos históricos de conectividad y densidad.
Facilitar los nacimientos en Palena, en un contexto nacional de declive, ofrece esperanza y un llamado a la acción. Analizar el éxito de esta política y considerar su adaptación en otras regiones con despoblamiento y baja natalidad es crucial. Invertir en la vida desde el inicio y garantizar condiciones dignas para las familias en todo Chile podría mitigar la crisis demográfica y construir un futuro más equilibrado y con arraigo comunitario.
El sociólogo alemán Niklas Luhmann escribió alguna vez que "las organizaciones sólo pueden evolucionar si son capaces de decidir sobre lo que no se puede decidir". Con ello sintetizaba una intuición profunda: una organización sólo se transforma si logra cuestionar sus propios límites y abrirse a espacios nunca ocupados.
Quizás ningún sistema social, como lo llamaría Luhmann, encarne mejor esta tensión que la Iglesia católica. Por un lado, una institución bimilenaria, anclada en piedra, que se define a sí misma por la fidelidad a su fundador; por otro, una comunidad viva, atravesada por las convulsiones de cada época, que no puede dejar de confrontarse con los signos de los tiempos. ¿Cómo conjugar ambos movimientos, la conservación y la transformación, sin traicionarse?
Quien suceda a Francisco, lo quiera o no, será llamado a enfrentar ese dilema. No como protagonista único, la Iglesia no se decide desde una sola voz, pero sí como figura simbólica de una nueva etapa. Y esa etapa traerá desafíos que parecen no admitir más aplazamientos.
El primero es el de la sencillez y la transparencia. No en sentido meramente moral, sino como forma de autenticidad institucional. La lógica del secreto, los rituales de opulencia, los gestos heredados de una corte que ya no existe, todo eso ha perdido eficacia simbólica. El Evangelio, por ejemplo, no requiere de guardia suiza ni de títulos de eminencia para decir lo que tiene que decir. Lo que el mundo espera, más bien, es una Iglesia que sea reconocible por signos despojados: la sencillez del pesebre, la simplicidad del pan y la desnudez de una cruz alzada en lo alto.
El segundo es el de ampliar los espacios de participación. El clericalismo no es sólo una distorsión del poder, sino una limitación estructural en la capacidad de percibir. Si sólo un tipo de voz resuena, si sólo ciertas experiencias son consideradas relevantes, las de obispos y sacerdotes célibes, el sistema se vuelve autorreferente, incapaz de registrar los matices del mundo al que dice servir. Incorporar la voz de los laicos, particularmente de las mujeres, así como ampliar las fuentes litúrgicas y la provisión de tradiciones extraeuropeas, no es una concesión: es una condición de universalidad eclesial.
El tercero es la renovación de sus lenguajes. La fe ya no se transmite en una sola clave. La cultura contemporánea se comunica en imágenes, sonidos, símbolos. La parroquia no ha dejado de ser importante, pero no puede seguir siendo el único espacio de encuentro.
La homilía no puede ser la única forma de discurso. Hoy, la evangelización ocurre también en el mundo virtual, en una instalación artística, en una conversación digital. La Iglesia no puede seguir hablando y escuchando como si el siglo XXI no hubiera comenzado.